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domingo, 10 de octubre de 2021

“Diario de un jubilado”, Miguel Delibes

 Diario de un jubilado”, Miguel Delibes. Ediciones Destino, abril 1995. Colección Áncora y Delfín, Volumen 738. Cubierta: Leroy Neiman.

La edición lleva una pequeña biografía del autor y una sinopsis de la obra, esta última en la contraportada del libro. En ella leí que el protagonista, Lorenzo, es el mismo Lorenzo protagonista de otras dos obras de Delibes,  Diario de un emigrante”, y “Diario de un cazador. La primera la he leído, pero  no relacioné estos personajes con aquellos.

El protagonista – como por el título se intuye- es un provinciano sesentón que se ha jubilado anticipadamente y que con el fin de –argumenta- ocupar las muchas horas libres, se busca un empleo que le ocupe el  tiempo, y, asimismo,  le complemente la pensión que le ha quedado.  Pone un anuncio en el periódico y le surge el empleo de acompañante de un viejo poeta de familia bien de la misma localidad en la que vive. Aparentemente un chollo. Después se verá que no es oro todo lo que reluce.

Hace unos cuantos años leí esta novela, pero no recordaba absolutamente nada. Sin embargo, creo que es para recordar, porque aunque ni su protagonista; Lorenzo, ni el follón en el que se mete, y menos aún el licencioso vejete al que acompaña, me agradaran, en ella Delibes describe muchos de los cambios habidos ya en la sociedad española post franquista. La época nos sitúa a finales de siglo. Es decir, un cuarto de siglo después de muerto Franco.

La novela está escrita en primera persona, a modo de diario personal. Comienza un 15 de octubre, y termina el 14 de diciembre del siguiente año. El estilo choca un poco, pues Lorenzo utiliza una jerga bastante chabacana, y son numerosos los vocablos utilizados cuyo significado concreto, al menos yo, los desconocía.

Como antes digo el valor de esta novela es de testimonio de una época. Años noventa, el protagonista y su esposa viven de la pensión de él, ella es una hacendosa ama de casa, pasan unas cuantas horas delante del televisor, mirando culebrones y concursos, la esposa frecuenta el bingo y los hijos ya se han independizado, el uno casado y viviendo  en otra población, y la hija, enfermera, trabaja en Palma de Mallorca.  Ya empezaban a proliferar los matrimonios sólo por la vía civil, así como las relaciones prematrimoniales. La homosexualidad todavía era tema tabú y los que había ocultaban sus tendencias sexuales.  El empleado de banca estaba bien considerado, y  muchas eran las suspensiones de pagos y quiebras que terminaban con el cierre de la empresa y el paso al paro de la plantilla. 

En este contexto de la evolución de las costumbres es sobre el que se desarrolla la trama argumental,  y lo que le dota de interés.

La novela se publicó a finales del pasado siglo XX, desde entonces han transcurrido otros veinte años, en los que también se han producido nuevos cambios en relación a lo que nos contaba Delibes a través de su novela. A saber: Al presente, matrimonios, “matrimonios”, pocos, ni por lo civil ni por lo religioso, muchas parejas de hecho. La homosexualidad no es considerada un estigma y muchos, y también muchas, “han salido del armario” (1), e incluso hay un día de celebración que llaman “Del Orgullo Gay”. Los empleados de banca, pobrecillos, están en sus horas más bajas. Las numerosas fusiones realizadas en el sector financiero ha conllevado la constante disminución de las plantillas y del número de oficinas. De aquella figura del empleado de banca, tal como lo describe Delibes en su novela, de asesor y consejero de inversiones, no queda nada. Es el propio cliente el que se gestiona y realiza las transacciones bancarias, desde casa, vía “on line” o bien a través del cajero automático. Y si precisara contactar con alguna persona del banco deberá pedir hora y día de visita, como cuando va al médico o al dentista. Y en cuanto a la programación vista en la televisión, ahora Lorenzo y Anita, probablemente, estarían enganchados al "Sálvame" o programación parecida, o quizás, quién sabe, preparándose para concursar en el "Pasapalabra".  Y ello, en el hipotético caso, de que continuaran casados, pues separaciones y divorcios proliferan, y a todas las edades. 

En fin que viendo la España de hoy me reafirma en la acertada afirmación del político socialista Alfonso Guerra cuando predijo que a España no la iba a conocer ni la madre que la parió.  Pues, sí , señor, ¡ cuanta razón!

 .

De las obras de Delibes por mí leídas, puede que sea la que menos me ha gustado.

 

__________ 

(1) Salir del armario: Expresión que significa que han reconocido públicamente ser  homosexual.

 

 

16 de diciembre de 2021:  Seguidamente, copio y pego texto de un mensaje que el verano pasado corría por las redes. Mensaje muy divertido , además de ilustrativo de la realidad del momento.

"Hoy ha venido a comprar a mi carnicería el director de mi banco. Primero de todo le he hecho sentarse en una silla unos veinte minutos mientras tanto yo hacía otros trabajos.

Cuando me ha parecido le he preguntado qué deseaba, a lo que me ha respondido que unas hamburguesas. Yo le he dicho que las hamburguesas ahora SÓLO las vendemos los viernes.
En vista de ello me ha pedido un pollo cortado. Yo le he dado el pollo, los cuchillos y las tijeras, y le he dicho que se lo tenía que cortar él. Como era de esperar, me ha contestado que él no lo sabía hacer y que era mi trabajo. Mi respuesta ha sido que por tratarse de la primera vez le ayudaría, pero que en lo sucesivo lo debería hacer él solito. Están disponibles en la página web y en la app las instrucciones de cómo hacerlo.
Entonces me ha dicho que quería hablar con el encargado, y mi respuesta ha sido que si no pedía cita previa sería del todo imposible.
Al final, se ha llevado el pollo troceado y una morcilla, de modo que yo le he cobrado el pollo, la morcilla más la correspondiente Comisión de Mantenimiento por el corte del pollo y por la atención prestada ya que no tiene la cuenta ENTRECOT MASTER GOLD PLUS.
Tu carnicería siempre contigo.(https://www.facebook.com/OKELBIZ/posts/4165135523554824/)


 

 

 

jueves, 14 de julio de 2016

El príncipe destronado ( y 3)

Toca ya poner fin a mis comentarios sobre este  bello librito de Delibes. Como en tantas otras ocasiones, no he sido capaz de transmitir  en mis observaciones y reflexiones personales,  las sensaciones más agradables inspirada por su lectura. Me explicaré. El lector de esta obra de Delibes, a través de ella, tiene la oportunidad de recrear y recrearse con la cotidianidad de un ambiente familiar bastante común y generalizado- pienso- hace unos cincuenta o más años en España. Lo que Delibes nos hace vivir, o revivir, en su obra, es una casa, un hogar de los de  entonces de costumbres cristianas, en el que la madre es el centro y motor vital, por la mañana con su  bata de flores rojas,  posteriormente ya arreglada, y siempre ocupada, siempre haciendo algo, atenta, sin embargo, a todo y a todos los que con ella están, desde sus hijos de diferentes edades, necesidades y grados  distintos de atención y demostraciones de afecto, hasta la Vito y la Domi, aquellos otros dos importantes  personajes que con ella  planean y comparten  no sólo espacio físico sino emotivo, en aquel pequeño mundo familiar.    Cada lector puede arrogarle el físico que más le agrade, porque,  en ningún momento, se la describe;  se infiere- no obstante- la de una mujer  equilibrada y de criterio, que defiende sus opiniones, aunque ello provoque el adjetivo descalificativo de “pazguata” del marido machista.   Sigue a Quico en cuanto a protagonismo en la obra; como, por otra parte, era de esperar si de una casa como hogar estás hablando. Quico, un príncipe destronado; ella, la madre  y reina que destrona. En este ambiente descrito por Delibes la figura del padre es la de un satélite  opaco,  que gira alrededor, carente de luz y de reducida órbita. ( Así lo he interpretado yo, opinión mía particular).

Magistrales me parecieron las anécdotas y los detalles que las adornan, narrados en la novela,  por su fidelidad en cuanto a lo  allí descrito. Son verdaderos cuadros, estampas reales, fotografías en colores, de un momento y época concreto.  En este caso la de un día de invierno, próximo a Navidades y Reyes, en un hogar de una familia acomodada de la España franquista, en que un niñito a través de sus inquietudes y travesuras propias de su edad nos hace ver su mundo.  Un mundo, por cierto, con predominio del elemento femenino(la mamá, la tía, la Vítor, La Domi, la criada de la tía, y dos hermanitas, una mayor y la que le ha destronado, una “ bebita” que no habla aún, y se hace pipi y caca, ”una marrana” para tranquilidad de Quico). 


Disfruté un montón con esta lectura. ¡Olé y olé por Delibes!

miércoles, 6 de julio de 2016

El príncipe destronado (2) (El tándem Vergés-Delibes/Delibes-Vergés)


Ayer hablé sobre el libro y las impresiones que su lectura suscitaron en mí. Hoy pretendo hablar(escribir) acerca del editor, el catalán de Palafrugell Josep Vergés i Matas. Cuya relevancia descubrí  a raíz de mi lectura de “El Camino”, de Delibes, mientras buscaba información acerca del autor vallisoletano. Entonces cayó ante mis ojos un artículo publicado en elpais.com, titulado “Mi abuelo Miguel”, en el que una de las nietas de Delibes escribía sobre su abuelo y de las relaciones que hubo y unieron en irrompibles lazos, más allá de lo estrictamente profesional,  entre editor  y autor, en apariencias muy diferentes, pero iguales no sólo en su racanería(así son citados, el rácano vallisoletano y el rácano catalán), sino en  muchas más  trascendentales características personales, comunes a estos dos grandes españoles del pasado siglo XX, que mantuvieron y defendieron, cada uno a su manera y en su campo, en una época de difícil equilibrio para personas  de espíritu y  pensamiento  libre, amantes de la verdad y lejanas a la manipulación y tergiversación de las ideas. Ambos, los dos, así fueron. 
Empezaré transcribiendo (copiando , cortando y pegando) aquellos párrafos del tantas veces citado artículo de Elisa Silió, nieta de Delibes.

“Y quiero pensar que habremos heredado un ápice de su absoluta integridad y dignidad, su compromiso con el prójimo, su rechazo al consumismo feroz y su independencia de unos y otros.” Elisa Silió es periodista y nieta de Miguel Delibes.* Este articulo apareció en la edición impresa del Sábado, 13 de marzo de 2010“José Manuel Lara, editor de Planeta, lo intentó muchas veces. Le ofreció facilidades, adelantos. Pero no hubo forma de que Miguel Delibes (Valladolid, 1920), mi abuelo, se pasase a su grupo. Por eso, cuando Planeta compró todo Destino, donde él publicaba desde 1948, Lara le dijo con cierta guasa: "Miguel, como no hay forma de conseguirte, he tenido que comprar toda la editorial". Había una poderosa razón para que mi abuelo no abandonase Destino: Josep Vergés, ya fallecido, el hombre que confió en él cuando era un desconocido y al que considera "el único amigo asiduo, sincero y profundo" que hizo en los últimos 50 años. Lo afirma en la carta que pone fin a Miguel Delibes-Josep Vergés. Correspondencia (1948-1986), el libro que recoge su correo durante ese tiempo y que Destino publica el martes.”“"José hacía copia de las cartas que me mandaba y guardaba las mías", me dice. "Hace 10 años me las envió para hacer un libro y las desestimé". Pero luego se dio cuenta de que en este epistolario, en el que uno no quería dar y el otro pedía, había algo más que "un enfrentamiento entre un rácano editor catalán y un rácano autor castellano cargado de hijos". Delibes, con siete niños, perdió por uno con Vergés (Palafrugell, Baix Empordà, 1910-Barcelona, 2001) en lo que con humor denominaban la "Liga de los hijos”…Los dos rácanos se conocieron personalmente en Madrid dos años después, pero se escribían desde que se falló el Nadal en enero de 1948. "José, júrame que me votaste", le espetó mi abuelo muchos años después. Había estado erróneamente convencido de lo contrario y el que le hubiera votado demostraba su apoyo desde el principio…En 1950 publicó la que para algunos es su mejor novela, El camino, ambientada en Molledo Portolín (Cantabria), el pueblo de su padre, Adolfo. Necesitado de dinero, escribía lo que podía: cuentos, novelas y crónicas de fútbol que firmaba Miguel Seco y por las que cobraba 150 pesetas…Se presentó con Mi idolatrado hijo Sisí en 1952 al Premio Planeta. Pero a Vergés no le dio buena espina: "Lara en Barcelona se ha ganado fama de trapisonda e informal, y mucha gente no quiere tratos con él. Sin embargo, es un hecho evidente que los libros que ha publicado tienen una gran venta". No ganó. Dudó si presentarse en 1959 con La hoja roja, pero no lo hizo. Treinta y cinco años después, en 1994, coincidiendo con la concesión de este galardón a Camilo José Cela, afirmó ante la insistencia de un periodista: "En los últimos años me han invitado a concursar varias veces, pero he declinado. Por supuesto, siempre me han garantizado el premio, aunque como no he ido no sé si la garantía era sólida". Lara contestó en una carta en EL PAÍS en la que confirmaba que le había animado a presentarse y añadía: "Ahora bien, eso de que se garantizase la obtención del premio es una mala interpretación de lo dicho por el señor Delibes". Ahí terminó la discusión y hoy mantienen buenas relaciones…Director de El Norte de Castilla desde 1958, tenía constantes roces con Manuel Fraga, ministro de Información y Turismo. "La presión oficial, sin dar la cara, es cada día más dura. (...) Ya no hay duda, me buscan a mí. No sé dónde terminaré", le escribió a Vergés, quien también estaba perseguido. "Hoy tenemos en el periódico otro buen lío por el chiste que acompaño. Nos veremos en la cárcel", bromeaba mi abuelo en otra carta. Pero ninguno entró en prisión, y en 1964, cansado, abandonó la dirección del periódico. Se enfrenta también a la censura en sus libros de Demetrio Ramos, la Viejecita. "Van y vienen ministros, mueren cardenales, obispos, se tambalea el régimen, pero la Viejecita permanece atornillada en Barcelona. ¿Qué hay que hacer para demoler a esa pequeña hiena?", le comentaba con ironía Vergés…"Vergés a veces se equivocaba. Tuvo en el cajón nueve años El príncipe destronado porque no le convencía y cuando lo editó, en 1973, arrasó", cuenta. ..A su hijo Adolfo, que no terminaba de curarse de las quemaduras, le llevaron a una clínica de cirugía plástica de Barcelona. Allí fueron acogidos con la mayor generosidad por Vergés en su bella casa de Pedralbes, de tres plantas con jardín, piscina y pajarera. "¿Qué voy a decir de ti? Estás tan lejos del editor divulgado por la leyenda negra que sois dos polos opuestos", le escribió. Mi abuelo, sin embargo, no olvida sus discusiones por las erratas. …En 1966 se publicó Cinco horas con Mario. Confiesa que en un principio Menchu, la protagonista, no era viuda, pero que detestaba tanto que Mario fuese tan honesto que lo mató. Como Mario, también él recibió un porrazo de un agente cuando atravesó en bicicleta el Campo Grande una madrugada, algo prohibido…murió Ángeles, su mujer, su "equilibrio". El 22 de noviembre de 1974 fallecía a los 51 años en una clínica de Madrid…Pocos meses antes, en 1973, había sido elegido miembro de la Real Academia Española….Por entonces, el editor José Ortega Spottorno le tentó para que dirigiera el diario EL PAÍS, pero no hubo forma. "Aparte del dinero me ofrecían un coto en Madrid y colegio para los niños, pero yo no me veía en la capital. Les dije a mis hijos: 'Mi vanidad ha sido saciada', y todos contentos"…Tras dos años en blanco volvieron los libros: Aventuras, venturas y desventuras de un cazador a rabo y El disputado voto del señor Cayo. En Extremadura conoció a un Azarías que se orinaba las manos para que no se le agrietasen e impresionado escribió Los santos inocentes. La publicó años más tarde, en 1981, cuando Lara, con un suculento anticipo, le convenció de que escribiese algo para Planeta. El editor abrió el paquete con la obra de apenas cien folios y se quedó petrificado. "Entró en el despacho de Borrás, su segundo de a bordo, y le dijo: ¡Rafael, creo que los santos inocentes hemos sido nosotros!". Fue un libro de alto rendimiento para Lara y para él. En 1982 recibió el Premio Príncipe de Asturias compartido con Gonzalo Torrente Ballester…Vergés vendió su parte de Destino en 1986. Por entonces sus cartas eran ya menos frecuentes. Pasaron a telefonearse y a verse de vez en cuando en Barcelona o Madrid. Le sustituyó Andreu Teixidor, hijo de Joan Teixidor, el otro fundador de la editorial. En 1997, Planeta absorbió del todo Destino, y Teixidor abandonó el año pasado la editorial. A su cargo está ahora Joaquín Palau, a quien acaba de conocer. Diecisiete años después de la muerte de mi abuela, en 1991, se sintió capaz de rendirle un homenaje literario y escribió Mujer de rojo sobre fondo gris, un libro cuyo título reproduce el de un retrato hecho a su esposa por el pintor Eduardo García Benito. No era Ángeles la que aparecía en la novela, sino Ana..., pero no engañó a ningún crítico: era su historia. De nada sirvió que guardase debajo de la cama el lienzo para despistar. Demasiado evidente…Mi abuela no estaba para apoyarle en el acto de entrega del Premio Cervantes…El año pasado, Vergés murió en Barcelona y él dio el pésame a su viuda e hijos en una sentida carta: "Era para mí ese asidero seguro que todos los hombres buscan y administran como un tesoro, conscientes de que se puede acabar. Nunca olvidaré aquella casa de Pedro II, llena de niños que nos recibían con los brazos abiertos. Me encuentro muy abatido. Le seguiré pronto. De momento me siento como uno de vosotros, incompleto y solo. Os abrazo de corazón".
El libro que muestra la relación epistolar entre Miguel Delibes y Josep Vergés, 'Correspondencia, 1948-1986', está editado por Destino


Ahora toca escribir sobre Josep Vergés i Matas,  entre cuyos muchos méritos cabe destacar la edición  de la obra completa de Josep Plá.  Del mismo modo que hice con Delibes, seguidamente “transcribo” aquellos párrafos por mí seleccionados de diversa información y artículos leídos en relación al insigne editor catalán. Empiezo por los seleccionados del artículo publicado en ABC, firmado por  Sergi Doria, a raíz de la muerte de Vergés, en julio 2001, titulado Josep Vergés, crónica de un olvido” :

El 6 de julio fallecía en un hospital de Barcelona el editor Josep Vergés. La familia recibió un telegrama de condolencia del presidente Aznar, quien en 1997 le había concedido la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio. No sucedió lo mismo con las instituciones oficiales catalanas: la indiferencia en vida del editor se vio refrendada con el olvido en su muerte”... Josep Vergés i Matas (Palafrugell, 1910 - Barcelona, 2001). Descendiente de una familia ampurdanesa de la industria del corcho, promotor desde 1937 de la revista «Destino», creador en 1944 del premio Nadal. En 1966 editó la Obra Completa de Josep Pla... Una ficha así, tan sencilla y aséptica no existe en la Gran Enciclopèdia Catalana, como señalaba el pasado sábado en este diario Xavier Pericay, actual traductor de los dietarios de Pla al castellano. Resulta que el hombre que impulsó en Cataluña las tres empresas culturales más fecundas de la segunda mitad de siglo: el semanario «Destino», modelo de europeísmo; el premio Nadal, prestigiosa plataforma de escritores como Miguel Delibes, Carmen Martín Gaite, Ana M. Matute o Rafael Sánchez Ferlosio y los 45 volúmenes de la Obra Completa de Josep Pla: treinta mil páginas que lo sitúan como el mayor prosista catalán, no merece una entrada en una Enciclopèdia que recoge un sinfín de figuras igualmente respetables, pero de protagonismo infinitamente menor. Al escandaloso «olvido» enciclopédico hay que añadir la sistemática «amnesia» de quienes desde la órbita del pujolismo obviaron año tras año el nombre de un Vergés a la hora de otorgarle una Creu de Sant Jordi, galardón accesible para una larga nómina de personajes. No fue así y, nuevamente, el editor fue marginado de los honores de la cultura oficial.Desde la venta de «Destino» en 1974 a Jordi Pujol y la rápida desaparición del semanario, tras la venta a la familia Porcioles, Vergés prefirió el silencio a las declaraciones vocingleras…La nieta del editor, Andrea Ferrando, se preguntaba: «¿Por qué las instituciones catalanas no han enviado ninguna comunicación del pésame, mientras que sí lo ha hecho el presidente del Gobierno, José María Aznar?... Ni siquiera a su muerte han sabido subsanar la injusticia más grande. Mi abuelo nació y murió catalán, pero fue despreciado por todos aquellos que representan Cataluña»… En Vergés, Pla encontró el interlocutor y el empuje que necesitaba para culminar su obsesión: preservar la memoria de una época. Hace veinticinco años, Pla criticaba a Pujol desde sus «Notes del capvesprol» y Vergés veía como el «Destino» bajo la férula del político y banquero zozobraba en los procelosos mares de la Transición. Quizá aquellas divergencias siguen avivando el arbitrario olvido de una Cataluña oficial que niega el reconocimiento a hombres como Vergés y Pla, la dualidad más fértil de la cultura catalana del siglo XX.”
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http://web.archive.org/web/20140109162646/http://www.intereconomia.com/noticias-
En lo referente al editor Vergés el comentario quedaría  incompleto si no se hablara de la histórica Ediciones Destino   y del papel jugado por esta editora durante  el franquismo. A mi juicio un laborioso y efectivo papel de la promoción del arte de escribir en sus distintos géneros.  Con esta finalidad recojo aquellos aspectos que distinguieron a esta editorial, copiados de  Wikipedia:
Ediciones Destino es una editorial española, fundada por los editores del semanario Destino en la década de 1940.En el catálogo de Destino figuran los autores españoles más emblemáticos de la posguerra como Miguel DelibesCamilo José CelaCarmen Martín GaiteRafael Sánchez Ferlosio, etc. y grandes autores extranjeros como George OrwellBohumil Hrabal o Naguib Mahfuz. Recientemente es la editorial de autores como Andrés TrapielloAntonio SolerPedro Zarraluki o Eduardo Lago. La editorial concede dos galardones anuales para obras inéditas, el Premio Nadal, el más antiguo galardón de las letras españolas, y el Premio Josep Pla a obra inédita en lengua catalana. Esta editorial pertenece actualmente al Grupo Planeta.”
Semanario Destino : El semanario Destino fue fundado en Burgos, en mayo de 1937, por Xavier de Salas y José María Fontana Tarrats. Sirvió como órgano de expresión para la intelectualidad catalana refugiada en la «zona nacional» durante la guerra civil española. El nombre del semanario hace referencia a la frase de José Antonio Primo de Rivera «España, unidad de destino en lo universal». Acabada la guerra, Josep Vergés e Ignacio Agustí, con el apoyo de Juan Ramón Masoliver, reanudaron la publicación de la revista ya desde Barcelona y, a comienzos de 1940, se incorporó Josep Pla. En esta segunda etapa, la revista se convierte en un referente liberal, catalanista y democrático, sorteando las dificultades que suponía la censura franquista, y aun después, ya durante la Transición española, hasta su cierre definitivo en 1980. Aunque sin duda fue Pla su principal activo, pues publicó sin falta durante 36 años, por sus páginas desfilaron durante sus cuatro décadas de existencia los principales escritores e intelectuales de la llamada «tercera España» posibilista, no exiliada pero tampoco franquista. Entre otros, dio cobijo a Jaume Vicens VivesÁlvaro RuibalAugusto AssíaAzorínNéstor LujánSantiago NadalCésar González-RuanoJoan Estelrich, Sebastià GaschManuel del ArcoManuel BrunetJoan TeixidorAntonio VilanovaJuan Eduardo CirlotSempronioJosep Maria de SagarraGaspar SabaterEnrique Badosa, Camilo José CelaJosé Jiménez LozanoCarles SoldevilaMiguel DelibesJoan FusterAna María MatuteJoan PeruchoÁlvaro CunqueiroBaltasar PorcelManuel Jiménez de PargaJuan GoytisoloJosep MeliàPere GimferrerEugenio TríasPedro J. Ramírez o Francisco Umbral.”
El Premio Nadal de novela es un premio literario comercial (concedido por una editorial) que se ha otorgado desde 1944 a la mejor obra inédita, es decir que aún no ha sido publicada, elegida por la editorial Ediciones Destino, que pertenece al Grupo Planeta desde principios de los años 1990.
Es el premio literario más antiguo que se concede en España. … se falla cada 6 de eneroNoche de Reyes, y desde 1958 se entrega en el hotel Ritz de Barcelona. Con anterioridad, desde su creación en 1944 hasta 2009, se otorgaba un segundo premio de 6000 € para el finalista, sustituyéndose en 2010 por el "Premio de novela Francisco Casavella".
El Premio Nadal es en realidad, el Premio instituido por la revista Destino de Barcelona en 1944, en homenaje a la memoria del que fuera su redactor jefe, Eugenio Nadal Gaya, …La primera edición se concedió el 6 de enero de 1945 en el ya desaparecido Café chino de La Rambla de Barcelona y se presentaron únicamente 26 obras, …En 2010 se suspendió la concesión de la categoría de finalista al crear la editorial Destino el Premio de novela Francisco Casavella para jóvenes valores.Desde 1968 se ha concedido también en la misma velada el Premio Josep Pla a obras en prosa en catalán sin limitaciones de género.Tras ser adquirida Ediciones Destino por el Grupo Planeta a principios de los años noventa, el Premio Nadal tomó un rumbo más comercial, otorgándose a figuras destacadas y ya consolidadas de la literatura española, y no a descubrir nuevo valores literarios, que hasta entonces había sido su principal cometido…La primera obra merecedora de este galardón fue Nada, de Carmen Laforet,…En la edición de 1994 se produjo la curiosa paradoja de que la obra finalista, Historias del Kronen, de José Ángel Mañas, vendió 80.000 ejemplares, muchos más que la obra ganadora, Azul, de Rosa Regàs, que pasó completamente desapercibida en las librerías. En lo que sí coincidieron los dos es en que tuvieron unas críticas literarias muy negativas por parte de la prensa.

El Premio Josep Pla es un galardón literario español, que la editorial Destino concede desde 1968, a un texto en prosa escrito en catalán, abierto a todos los géneros: novela, cuento, relato, libro de viajes, memorias, biografía, diario, etc.
Es uno de los premios más prestigiosos que se conceden a la literatura en catalán. La entrega del premio tiene lugar cada 6 de enero, durante la noche del día de Reyes, en el hotel Ritz de Barcelona, donde se reúnen las más prestigiosas personalidades de la cultura catalana. En el mismo acto, se entrega también el Premio Nadal.
https://negritasycursivas.wordpress.com/2015/03/20/ancora-y-delfin-antes-de-nada/


Colección Áncora y Delfin, de Ediciones Destino. La información seleccionada para ilustrar  este apartado, proviene de  sendos artículos publicados en el país.com,  “El largo destino  de Ancora y Delfín”, suscrito por  Fernando Valls y “Ancora yDelfin. Precisiones”, de Andreu Teixidó, ambos  publicados  en noviembre 2004:

Vivimos en un momento en el que constantemente surgen nuevas editoriales literarias, .. muy pocas puedan llegar un día a los 10.000 números que ha alcanzado la prestigiosa colección Áncora y Delfín, de la editorial Destino… este sello se ha sustentado en tres empresas: la revista creada en 1937, la editorial fundada en 1942 y el Premio Nadal, que se concede desde 1944, por sólo referirme hoy a sus ediciones en castellano. ..Detrás de toda empresa de este calibre hay siempre unos nombres imprescindibles, personas responsables de que lleguen a buen puerto los objetivos previstos. En el caso de Destino, el alma y motor fue el señor Vergés, un burgués del Empordà anglófilo y liberal, antifranquista y catalanista moderado, que mantuvo la fama de leer los libros que editaba. Le gustaba también presumir de que ese gusto por unos volúmenes bien encuadernados, pulcros y sin erratas provenía de su pasión por todo lo inglés. Para conocer mejor al personaje les aconsejo que lean el retrato que le dedicó Pla, 'Josep Vergés i Destino', en Retrats de passaports (1970).” ("El largo destino de Áncora y Delfín")
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La lectura del artículo aparecido en estas páginas El largo destino de Áncora y Delfín, firmado por Francisco Valls (11 de noviembre), me ha impulsado, sin quererlo, a escribir las puntualizaciones que siguen a continuación.La colección Áncora y Delfín no ha llegado a los 10.000 "números" como usted dice, sino a los 1.000 títulos(...)Lo que sí distingue a Ediciones Destino, y esta es su principal peculiaridad, es que es la única editorial literaria española (de cierto tamaño) que ha superado un cambio generacional, manteniendo durante todo este tiempo su tradición, su filosofía editorial y sus colecciones. Es decir, que ha podido sobrevivir 60 años bajo la dirección de una familia de editores antes de pasar a formar parte de un gran grupo económico (...)empresa editorial totalmente independiente que no se sustentaba en ninguna otra empresa(...) A pesar de los vínculos entre las personas propietarias y gestoras de las dos empresas, éstas eran totalmente autónomas e independientes(…) "detrás de toda empresa de este calibre hay unos nombres imprescindibles". Pues bien, en el caso de Ediciones Destino, Joan Teixidor fue el nombre imprescindible, pues de él surge la idea de la editorial, él la concibe, él la funda, él es quien hace la mayor aportación económica para constituirla, y para ello precisó del aval de Josep Vergés y Xavier Montsalvatge... A partir de ahí los dos socios se reparten los papeles y Josep Vergés, sin haber sido nunca el director oficial de la revista Destino, ejerció toda su vida como tal, y Joan Teixidor se dedicó a su función de editor, formando un tándem de ejemplar complementariedad. Joan Teixidor es, por tanto, junto a sus socios Vergés y Agustí, que a los pocos años abandonó, propietario y fundador de la misma(...) Entre 1972 y 2001( ...)  Ediciones Destino no pasa a depender de Planeta en dos etapas, en 1989 y 1997, sino algo muy distinto... Vergés vende su 50% en 1986 y lo hace a Julián Viñuales, que será copropietario de Destino y mi nuevo socio hasta 1989...En 1989, Julián Viñuales vende su 50% a Planeta y en el documento de venta se establece expresamente que "Ediciones Destino mantendrá una absoluta autonomía e identidad como empresa editorial conservando siempre una imagen propia tanto interna como externamente", y se crea un comité financiero formado por Andreu Teixidor y Fernando Lara(. ..)Y fue en 1997, (...),  los Teixidor nos desvinculamos por primera y única vez de la propiedad de Destino. (...)a partir de aquel momento y de una forma paulatina fue disminuyendo la autonomía de Destino hasta que, poco antes de transcurrir el plazo, decidí abandonar una editorial que había borrado casi la totalidad de sus señas de identidad para pasar a depender totalmente de PlanetaPretender que los actuales "sellos" de Seix Barral o Destino tengan algo que ver con Juan Seix, Carlos Barral, Josep Vergés o los Teixidor me parece tarea imposible, inútil e innecesaria. Esos tiempos y ese estilo ya pasaron, no fueron los de Planeta, rival directo de ambas, ni se volverán a repetir.En cuanto a usted, señor Valls, imagino que la historia y los análisis editoriales deben de ser un divertimento y guarda el rigor profesoral para sus clases universitarias.
Andreu Teixidor de Ventós es editor.

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Creo que las puntualizaciones del señor Teixidor a las manifestaciones del profesor Valls evidencian la regresión experimentada por el sector editorial español en cuanto a criterios de libertad e independencia en la selección y edición de las obras publicadas. Lo que prima, según mi modesto parecer, es  vender. Por ello proliferan obras  producto  de encargos editoriales, con sus correspondientes dosis de sexo duro, violencia, exaltación de lo peor de la naturaleza humana y hasta alteración de las realidades históricas, en las que se enaltecen algunos personajes en detrimento de otros que son descaradamente vilipendiados, o, en el mejor de los casos, totalmente olvidados y, además, sin demasiados méritos del autor en cuanto a estilo y las formas del lenguaje empleado. 

Sólo interesa promocionar para vender. Aunque luego, en la práctica, las ediciones queden en las estanterías y se lea cada vez menos porque lo que llega, aparte de caro, no  atrae ni las gentes se identifican. Bueno, reitero, así lo veo yo. 

martes, 5 de julio de 2016

El príncipe destronado, (1) Miguel Delibes


Es un libro pequeñito, de tan sólo ciento sesenta y siete páginas con márgenes  y letra  más bien grandes, editado por  Ediciones Destino, Colección “Áncora y Delfín”, Volumen 436, Octava edición, mayo 1976. Lo compré, recientemente, en una parada de libros usados, por tan sólo un euro. ¡Una joya!  Disfruté mucho leyéndolo y ello por varios motivos que más adelante expondré.
Según leí en un artículo titulado “Mi abuelo Miguel” (1), el editor, Josep Vergés (2) y (3), retuvo por  nueve años su publicación. Pero su edición primera, en diciembre de 1973, (*) – según escribió Delibes -  arrasó. También hay una película,  “La guerra de papá”, año 1977, (*) basada en el libro, dirigida por Mercero,  protagonizada por Lolo García, entonces un precioso niñito de azules ojos y dorados rizos en el papel de “Quico”, el pequeñuelo de cuatro años protagonista principal de la novelita.   Película, por cierto,  muy fiel al libro, que yo había visto, pero no la relacionaba con la obra de Delibes.  Ambos  títulos- pienso - se ajustan bien a esta gran pequeña historia, pues son  dos las cuestiones fundamentales y de interés allí planteadas.  Por un lado la sintetizada en el título de la novela, “El príncipe destronado”, que aborda las presumibles reacciones  de un niño que quizás se siente desplazado  dentro del núcleo familiar  por el nacimiento de nueva criatura.  Mientras  el de la película de Mercero, “La guerra de papá”,  en alusión a la Guerra Civil del 36,  enfatiza  sobre la temática de las relaciones y posibles conflictos que pueden surgir  entre los miembros de una misma familia en razón de las diferencias ideológicas. Y, en mayor grado, si uno de ellos es un intransigente que  pretende imponer a los otros sus particulares  y personales razones y  visiones de la común historia del país.

Para mí- sin embargo, al presente,  el  valor principal de esta obra  está en su papel de testimonio de una época; pues nos muestra, con amenidad, ternura y abundancia  de detalles graciosos amén de fieles, la cotidianidad  de una familia española de clase media alta de mediados los años sesenta, en pleno franquismo.  Valor que crece si aquella estampa familiar y de costumbres se compara con su  equivalente actual. Porque en el cuadro del ambiente social y familiar ofrecido por Delibes en su novela, reproducido con fidelidad por Mercero en su película, vemos una familia española  cuyo padre fue militante activo en la Guerra Civil en el bando nacional, de lo que presume orgullosamente, principalmente- pienso yo - por la rentabilidad posterior que ello le ha brindado; es decir, patrimonio y alto estatus social. Individuo del régimen que impone a los suyos sus criterios. Se le describe bastante visceral.

 El personaje de la madre es más complejo y obviamente tiene mayor protagonismo dado el escenario de la novela, la vivienda de una familia bien.  No es descrita como una sencilla ama de casa, sino como “la señora de la casa”. Una muy activa mamá, (**) que simultanea la dirección  diligente del servicio doméstico,  compuesto por dos criadas y una asistenta a horas, con  la realización de múltiples y variadas tareas y funciones propias de un hogar  en el que crecen seis hijos de edades comprendidas entre los dieciséis años del mayor, y el año de la más chiquitita. Actividades entre las que destacan  la crianza y la educación de su prole. Quico, que va a cumplir los cuatro años, todavía no va  al colegio.  Este  es, en resumen y a grandes rasgos, el cuadro dibujado en la novela,  cuya acción  transcurre a lo largo de un sólo día, desde el despertar de Quico hasta que se va a dormir. Jornada situada, en una de las primeras páginas del libro, en diciembre de 1973, pero como  la obra estuvo retenida nueve años por el editor, debemos remontar a  diciembre del 1964. Acompañando al grupo familiar aparecen los personajes de” la Vítora”  y de” la Domi”, ambos muy coloridos y propios de la época. La primera, la Vito, me pareció entrañable, un personaje bonito y, fresco,  descrita como una chiquita joven, cargada de paciencia y comprensión hacia los niños, que ha marchado de su pueblo para servir en la ciudad y tiene un  novio quinto que   le ha tocado África . En cuanto a la Domi, ya es otro cantar, personaje algo "tiñoso", le encanta el morbo, encarna esas naturalezas humanas aficionadas a las historias truculentas y a decir o mostrar una imagen bien distinta a lo que es o  en realidad piensa. Tipo humano , desgraciadamente,  abundante.


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 (*)  Franco murió en noviembre de 1975.
(**) En la película es también una atractiva mujer. Personaje encarnado por Teresa Gimpera
(1) Artículo cuya lectura recomiendo y ya citado en mi  comentario “Miguel Delibes, un poco sobre el autor”.

miércoles, 20 de agosto de 2014

Diario de un emigrante, Miguel Delibes


Diario de un emigrante, el ejemplar por mí leído corresponde a una edición del Círculo de Lectores, con prólogo del propio autor, Miguel Delibes. Libro dedicado a su esposa, Ángeles de Castro, a la que denomina “el equilibrio; mi equilibrio”.

Es la historia de un joven matrimonio, Lorenzo y Anita, que marcha a Chile, siguiendo la llamada de un tío paterno de la muchacha, asentado en aquellas tierras desde unos cuantos años atrás, y quien, al parecer, cuenta ya con un labrada buena posición económica. La narración tiene lugar a modo de anotaciones en un diario de los sucesos cotidianos, sentimientos y reflexiones personales que experimenta el protagonista, Lorenzo, desde los meses previos a su marcha a América. Allí, en el diario,  refleja sus dudas y angustias  por lo que deja, -  su casa, sus parientes y amigos cercanos y queridos, la caza incluida la perra y la cuadrilla de amigos, su trabajo de conserje en un  instituto…  Y, también, obviamente, las esperanzas y alegrías concebidas por los jóvenes esposos ante las halagüeñas perspectivas de un mundo mejor ofrecidas a ellos dos  por el llamamiento del “generoso” tío de la mujer.  Posteriormente, y ya en el Nuevo Mundo, son plasmadas las decepciones y vicisitudes que experimentan ambos esposos ante el nuevo mundo real allí encontrado y las muchas añoranzas  sufridas respecto a lo conocido y  dejado atrás y muy lejos, en España. Luego vendrá también la plasmación de las experiencias  y sentimientos de  la etapa de aclimatación y de la consecuente lucha diaria por la vida que obliga al conocimiento de lugares, costumbres y de personas nuevas y a su contraste con los del pasado .  

Esta lectura no tiene el gancho, a mi modesto entender, de las otras obras de Delibes por mí leídas, me refiero a “La hoja roja”, “Cinco horas con Mario” y “El Camino”, especialmente ésta última. Su interés principal está en que recoge  la situación y problemática de aquellos españoles, en un pasado reciente, cuando la dictadura de Franco, décadas del 40 al 70,  obligados a coger su ligero equipaje y marcharse a otros países en busca de un mundo mejor. Búsqueda  que muchos de ellos focalizaron en la América Hispana, países cuyas gentes hablaban la misma lengua, tenían similar cultura y costumbres a las propias y la misma fe cristiana y católica. De los que se fueron, muchos no volvieron porque no encontraron fortuna y se acomodaron a las nuevas circunstancias, siguiendo el camino a ellos abierto por su destino. Otros, sólo unos cuantos, sí lo hicieron, los indianos, porque hallaron, tras múltiples y pacientes esfuerzos, el mítico “El Dorado”. Eran emigrantes, término harto usual en la España de mediados del siglo XX, salidos muchos de ellos de zonas concretas de España como Galicia, gentes, en su mayoría, muy sencillas, sin formación y escasos recursos económicos, iban a hacer “las Américas”, así, en su más amplio concepto. Entre los países destinatarios de esta emigración española descuellan  Argentina, Venezuela, Cuba y México(los exiliados republicanos, incluida buena parte de la cúpula del gobierno de la República).

 

sábado, 31 de mayo de 2014

El Camino, (2) ( Un poco acerca de su autor)


El primer comentario lo dediqué a plasmar mis impresiones sobre el libro. Hoy querría entrar en ciertas reflexiones personales, a las que su lectura me llevó. Expondré primero las referidas  al autor, Miguel Delibes, que, como lo atestigua la mera lectura de la larga relación de sus creaciones, fue, a lo largo de su también larga vida, un fecundo escritor de muy variada temática. Delibes era vallisoletano y según cuenta su biografía estudió las carreras de Derecho y Comercio( supongo que lo que entonces se denominaba Profesorado y Peritaje Mercantil) y ejerció como Catedrático de Derecho Mercantil y periodista, profesión esta última ejercida  especialmente desde  El Norte de Castilla”. Murió en el 2010 a los ochenta y nueve años, habiendo recibido en vida numerosos galardones por sus obras. Por lo que a mí respecta, sin embargo, sólo había leído dos de sus novelas que son, por orden de su lectura: “Cinco horas con Mario”, y “La hoja roja”. La primera, hace ya unos cuantos años, después de haberla visto anunciada muchos meses, no sé si años, en la cartelera del desaparecido Teatro Capsa(*). La interpretación corría a cargo de la actriz, también vallisoletana, Lola Herrera. No soy amante del teatro y no fui al Capsa, pero sí quedó grabada en mi memoria esta visión,  muestra indiscutible del prolongado éxito de la obra allí representada y que me indujo a leer la novela cuando cayó en mis manos. No sólo no me defraudó, sino que hizo que aumentara mi admiración por la actriz, Lola Herrera, capaz de memorizar e interpretar tan extenso monólogo. Pero del autor, en aquel entonces, curiosamente, ni hice caso. Mucho más tarde tuve conciencia de quién era el que escribió aquel espléndido soliloquio.
En cuanto a “La hoja roja”, que aborda tanto la cuestión de la jubilación como de la soledad, fue el libro que me reveló a su autor. Obra que me gustó mucho porque de modo grato, sencillo y sensible cuenta la situación de incomunicación y aislamiento que liga a los dos personajes principales, el jubilado y la joven sirvienta.
Mientras echaba un vistazo a la relación de sus obras, me llamó la atención una, la dedicada a recoger la correspondencia cruzada entre Delibes con Josep Vergés, de la editorial Destino. Firma editora a la que Delibes permaneció fiel. En relación al citado libro, que me gustaría leer, encontré un artículo publicado en El País, titulado “Mi abuelo Miguel”, escrito por una nieta suya. Reportaje realmente interesante que te habla del Delibes humano, un padre de familia numerosa, amante esposo, trabajador incansable, y persona íntegra. Recomiendo su lectura entera. No obstante, copio y pego aquellos párrafos que entiendo más explicativos de quién fue Miguel Delibes:

“José Manuel Lara, editor de Planeta, lo intentó muchas veces. Le ofreció facilidades, adelantos. Pero no hubo forma de que Miguel Delibes (Valladolid, 1920), mi abuelo, se pasase a su grupo. Por eso, cuando Planeta compró todo Destino, donde él publicaba desde 1948, Lara le dijo con cierta guasa: "Miguel, como no hay forma de conseguirte, he tenido que comprar toda la editorial". Había una poderosa razón para que mi abuelo no abandonase Destino: Josep Vergés, ya fallecido, el hombre que confió en él cuando era un desconocido y al que considera "el único amigo asiduo, sincero y profundo" que hizo en los últimos 50 años. Lo afirma en la carta que pone fin a Miguel Delibes-Josep Vergés. Correspondencia (1948-1986), …
"José hacía copia de las cartas que me mandaba y guardaba las mías", … en este epistolario, … había algo más que "un enfrentamiento entre un rácano editor catalán y un rácano autor castellano cargado de hijos". Delibes, con siete niños, perdió por uno con Vergés (Palafrugell, Baix Empordà, 1910-Barcelona, 2001) en lo que con humor denominaban la "Liga de los hijos".

En 1944, mi abuelo entró a trabajar como redactor en el diario El Norte de Castilla, para el que ya había hecho caricaturas. Entonces apenas escribía. Fue Ángeles de Castro, su mujer, mi abuela, quien le metió la literatura en la sangreLos dos rácanos se conocieron personalmente en Madrid …, pero se escribían desde que se falló el Nadal en enero de 1948.
con 27 años … era ganador del Nadal, catedrático de Derecho Mercantil, periodista de El Norte de Castilla y esperaba su segundo hijo. …mejoró sensiblemente cuando empezó a escribir como hablaba. En 1950 publicó la que para algunos es su mejor novela, El camino, ambientada en Molledo Portolín (Cantabria), el pueblo de su padre, Adolfo. Necesitado de dinero, escribía lo que podía: cuentos, novelas y crónicas de fútbol que firmaba Miguel Seco y por las que cobraba 150 pesetas.
Se presentó con Mi idolatrado hijo Sisí en 1952 al Premio Planeta. Pero a Vergés no le dio buena espina: "Lara en Barcelona se ha ganado fama de trapisonda e informal, y mucha gente no quiere tratos con él. Sin embargo, es un hecho evidente que los libros que ha publicado tienen una gran venta". No ganó. Dudó si presentarse en 1959 con La hoja roja, pero no lo hizo. Treinta y cinco años después, en 1994, coincidiendo con la concesión de este galardón a Camilo José Cela, afirmó ante la insistencia de un periodista: "En los últimos años me han invitado a concursar varias veces, pero he declinado. Por supuesto, siempre me han garantizado el premio, aunque como no he ido no sé si la garantía era sólida". Lara contestó en una carta en EL PAÍS en la que confirmaba que le había animado a presentarse y añadía: "Ahora bien, eso de que se garantizase la obtención del premio es una mala interpretación de lo dicho por el señor Delibes". Ahí terminó la discusión y hoy mantienen buenas relaciones.
No paraba. "Por las mañanas, clase en la Escuela de Comercio, y por la tarde y por la noche, en la redacción de El Norte. Y a veces los fines de semana tenía que hacer las crónicas de fútbol". Sacaba tiempo también para dar conferencias en Chile, Portugal, Italia... y para hacer reportajes de esos viajes para la revista Destino.
... Siempre escribía unas notas, una especie de diario de caza que luego ha tomado forma de libros: Las perdices del domingo, Mi último coto, etcétera.
Director de El Norte de Castilla desde 1958, tenía constantes roces con Manuel Fraga, ministro de Información y Turismo. "La presión oficial, sin dar la cara, es cada día más dura. (...) Ya no hay duda, me buscan a mí. No sé dónde terminaré", le escribió a Vergés, quien también estaba perseguido… pero ninguno entró en prisión, y en 1964, cansado, abandonó la dirección del periódico. Se enfrenta también a la censura en sus libros de Demetrio Ramos, la Viejecita. "Van y vienen ministros, mueren cardenales, obispos, se tambalea el régimen, pero la Viejecita permanece atornillada en Barcelona. ¿Qué hay que hacer para demoler a esa pequeña hiena?", le comentaba con ironía Vergés.
"Vergés a veces se equivocaba. Tuvo en el cajón nueve años El príncipe destronado porque no le convencía y cuando lo editó, en 1973, arrasó", cuenta. ..
A su hijo Adolfo… le llevaron a una clínica de cirugía plástica de Barcelona. Allí fueron acogidos con la mayor generosidad por Vergés en su bella casa de Pedralbes, de tres plantas con jardín, piscina y pajarera. "¿Qué voy a decir de ti? Estás tan lejos del editor divulgado por la leyenda negra que sois dos polos opuestos", le escribió. Mi abuelo, sin embargo, no olvida sus discusiones por las erratas. "Resultaba inadmisible que yo quitara en la revisión de las pruebas 10 y ellos pusieran 20 más", se indigna todavía.
En 1966 se publicó Cinco horas con Mario…
Los años se le pasaban sin darse cuenta. Hasta que murió Ángeles, su mujer, su "equilibrio".
Pocos meses antes, en 1973, había sido elegido miembro de la Real Academia Española.

Pero la tarea de vivir continuaba y a sus 54 años mi abuelo tenía que ocuparse de tres hijos, de 12, 14 y 18 años.. .Por entonces, el editor José Ortega Spottorno le tentó para que dirigiera el diario EL PAÍS, pero no hubo forma. "Aparte del dinero me ofrecían un coto en Madrid y colegio para los niños, pero yo no me veía en la capital. Les dije a mis hijos: 'Mi vanidad ha sido saciada', y todos contentos".
...En Extremadura conoció a un Azarías que se orinaba las manos para que no se le agrietasen e impresionado escribió Los santos inocentes. La publicó años más tarde, en 1981, cuando Lara, con un suculento anticipo, le convenció de que escribiese algo para Planeta. El editor abrió el paquete con la obra de apenas cien folios y se quedó petrificado. "Entró en el despacho de Borrás, su segundo de a bordo, y le dijo: ¡Rafael, creo que los santos inocentes hemos sido nosotros!". Fue un libro de alto rendimiento para Lara y para él. En 1982 recibió el Premio Príncipe de Asturias compartido con Gonzalo Torrente Ballester.

Mis primeros recuerdos junto a él son de comienzos de los ochenta. Competíamos los primos para ver quién cogía más judías verdes de su huerta y él como premio nos compraba un polo.

Vergés vendió su parte de Destino en 1986. Por entonces sus cartas eran ya menos frecuentes. Pasaron a telefonearse y a verse de vez en cuando en Barcelona o Madrid. Le sustituyó Andreu Teixidor, hijo de Joan Teixidor, el otro fundador de la editorial. En 1997, Planeta absorbió del todo Destino, y Teixidor abandonó el año pasado la editorial. A su cargo está ahora Joaquín Palau, a quien acaba de conocer.
Diecisiete años después de la muerte de mi abuela, en 1991, se sintió capaz de rendirle un homenaje literario y escribió Mujer de rojo sobre fondo gris, un libro cuyo título reproduce el de un retrato hecho a su esposa por el pintor Eduardo García Benito.

Mi abuela no estaba para apoyarle en el acto de entrega del Premio Cervantes, y nervioso, con su hijo Miguel cerca con una copia del discurso por si se le quebraba la voz, leyó ante un paraninfo silencioso: "Antes que a conservar la cabeza muchos años, a lo que debo aspirar ahora es a conservar la cabeza suficiente para darme cuenta de que estoy perdiendo la cabeza. Y en ese mismo momento frenar, detenerme al borde del abismo y no escribir una letra más", dijo. Ahí estaba el titular "Delibes abandona la literatura". Se armó un gran revuelo. Su amiga Carmen Martín Gaite aseguraba: "Miguel lo dice por coquetería". Escribió después Diario de un jubilado y He dicho, pero el día que terminó de revisar las pruebas de El hereje, libro que le había costado tres largos años de trabajo, le diagnosticaron un cáncer, se operó y no ha vuelto a escribir. Ya no se desdobla en otros seres como el Nini o el Mochuelo como hizo durante 50 años.

, Vergés murió … y él dio el pésame a su viuda e hijos en una sentida carta: "Era para mí ese asidero seguro que todos los hombres buscan y administran como un tesoro, conscientes de que se puede acabar. Nunca olvidaré aquella casa de Pedro II, llena de niños que nos recibían con los brazos abiertos. Me encuentro muy abatido. Le seguiré pronto. De momento me siento como uno de vosotros, incompleto y solo. Os abrazo de corazón".