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miércoles, 15 de octubre de 2014

QBVII , la sinrazón(V)


 

En mi comentario anterior hablé de Kelno y de su comportamiento cruel y discriminatorio con los judíos que, como él, estaban encerrados en un campo de exterminio, y la mayoría de los cuales, al igual que él, eran polacos. Un personaje detestable. Hoy hablaré de un detalle de su biografía del que tal vez deberíamos recoger las enseñanzas que creo quiso dar el autor, León Uris, acerca de la sinrazón de ciertas conductas humanas guiadas por exacerbados sentimientos nacionalistas.


En las primeras páginas de la novela (páginas 15 al 18 y 22) se nos refiere el historial del médico polaco durante la SGM y cómo recién terminada ésta, Kelno, huyó de Varsovia, y, luego, ya en Monza (Italia), fue investigado por una comisión interna compuesta por miembros de los llamados "polacos libres". La misma facción política nacionalista a la que pertenecía Kelno, la cual le absolvió a pesar de las contundentes evidencias( pruebas) de su colaboración con la Alemania Nacional Socialista. Primó “lo de uno de los nuestros”, y se olvidó del universal criterio de justicia de que el que ha hecho mal merece proporcional castigo al mal infringido. No fue así, el parcial tribunal  le dejó impune a sabiendas de sus fechorías. Este sinvergüenza y criminal, en suma, podía haber rendido cuenta por sus crímenes. Pero, los suyos, los nacionalistas polacos que entonces le juzgaron
cegados por un bajo sentimiento  patriotero, lo impidieron; para lo cual movilizaron los testimonios a favor y obviaron los probados pero contrarios.

 
Menos mal que estamos leyendo una novela, es decir, ficción. Invención que espero esté muy lejos de la realidad. Aunque mis dudas tengo cuando lees de tantas y tan
arbitrarias disposiciones judiciales, así como de las ayudas, de las  subvenciones, los premios literarios, y hasta de titulaciones universitarias dadas en esta España de mis amores y desamores, y en especial en esta  Cataluña de mi corazón, por razón única y exclusiva de ser sus destinatarios tan " nacionalistas" como los miembros de los jurados , tribunales, universidades , etc. que los conceden.

QBVII - el demandante(IV)

Habiendo hablado del demandado, toca ahora hablar del demandante, el doctor Kelno, un médico polaco  que durante la Segunda Guerra Mundial estuvo prisionero en un campo de exterminio de la Alemania Nacional Socialista, en donde ejerció como médico. Kelno  es citado por  Cady en uno de sus libros, publicado muy posteriormente a la SGM, sobre el holocausto judío. Cita que el médico estima lesiva para su honor y entabla una demanda ante los tribunales del Reino Unido por libelo contra el escritor y el editor del libro.

Este personaje me engañó. Me dejé llevar demasiado por la última parte de la historia que lo muestra como un científico entregado a causas nobles y el bien común, además de ser padre y esposo preocupado por los suyos. Ello me indujo a la convicción de que el insigne doctor, tal como él alegaba, fuera víctima de un complot dirigido contra su persona por razón de su ideología política.
 La conducta que se demostró tuvo para con el colectivo de judíos polacos en el campo de exterminio, testimoniada en el juicio, me resultaba difícil de conciliar con la del Kelno altruista, humanitario y que contribuyó a salvar la vida de otros muchos compatriotas suyos polacos, pero no judíos. 

Como eximente se adujo que Kelno tenía una perturbación mental  fruto de la crueldad de su padre para con él cuando era niño y  causa, asimismo,  de su incapacidad de retrospección y de distinción clara entre el bien y el mal. Argumento poco convincente porque  su comportamiento médico en el campo de concentración no fue igual para con todos los enfermos que él atendía. No. Este doctor diferenciaba  bien a sus pacientes y practicaba una u otra clase de “medicina” según el linaje del enfermo. En resumen, el personaje Kelno, tal como está explicado en la novela, es altruista y bueno con los suyos, pero malo hasta la perversidad con los que no consideraba fueran sus iguales.(judíos, prostitutas, gitanos, homosexuales, etc.)


Hoy soy incapaz  de continuar con este tema .Lo dejo.

sábado, 11 de octubre de 2014

QBVII, (demanda por libelo)


 

Ante la lectura de un nuevo libro, tengo la costumbre de averiguar sobre su autor, para una mejor comprensión de su obra.  En ésta, pienso, es imprescindible.

León Uris, fallecido en el 2003, fue el autor de "Éxodo",  libro en el que se basó el guión cinematográfico de la célebre película del mismo nombre, protagonizada por Paul Newman. Tal como su título nos pudiera inducir a creer, no se refiere al segundo libro del Pentateuco, en el que se narra la huída de los hebreos, pueblo escogido de Dios, de Egipto, en donde vivían esclavizados. No. El éxodo contado por Uris es más reciente. Narra la emigración hacia el entonces recién creado Estado de Israel, de colectivos de judíos dispersos por todo el mundo,
pero, en especial, de los que  habían sobrevivido al exterminio nazi. Lo leí hace más de treinta años. "Éxodo", como "QBVII",  son libros extensos en páginas, personajes y temáticas; con mucha información e historia acerca del pueblo judío, de sus fiestas y costumbres religiosas, que, entremezcladas con la ficción, son descritas con minuciosidad de detalles. También aparecen personajes conocidos de la vida real.


León Uris escribió "QBVII" para denunciar  las persecuciones e intrigas de que fue objeto tras la publicación de "Éxodo". El libro nos refiere acerca de los detalles y entresijos de un proceso judicial, una querella, por difamación,  o sea, por difamar, desacreditar a alguien, publicando cosas contra su buena opinión y fama.

El mismo argumento de “QBVII”- según leí-  sirvió para una famosa serie televisiva norteamericana, en la que el conocido actor Anthony Hopkins representaba al científico Kelno.

- Uris en su obra, basada en su propia experiencia, nos ofrece una trama ficticia, con muchos trazos de verosimilitud, en la que describe
el perfecto engranaje de una maquinaria de Justicia en la que participan jueces, abogados y procuradores, que actúan con plena independencia, y espíritu, sincero y muy profesional, de equidad; es decir, de dar a cada uno lo que le corresponda, que eso es, simple y llanamente, hacer Justicia.